Lo prometido es deuda.
La semana pasada publicamos en el blog un post que hablaba de cómo plantear objetivos para conseguir mejores resultados. El post tuvo una acogida fenomenal, así que aquí estamos con la segunda parte.
Hoy te contamos cómo poner en tu calendario las tareas para que sepas qué tienes que hacer en cada momento. Con orden, concierto y prioridad. 😉
¿Estás preparado?
¡Pues arrancamos!
(Si no has leído la primera parte, estás tardando. Pásate ahora mismo por el post «Cómo plantear tus objetivos para conseguir mejores resultados» en una nueva pestaña y te espero aquí cuando acabes. 😉 )
Índice de Contenidos
Identifica lo que te frena o te bloquea
#1. Detecta el obstáculo
Para atajar un problema no hay nada como identificarlo primero.
Localiza los obstáculos que tendrás que superar para lograr tu meta. Empieza por una pregunta base: ¿por qué no has conseguido ya tu objetivo?
Una vez que lo detectes, respira: acabas de hacer el 50% del trabajo.
#2. Marca tú la velocidad
En una ocasión te hablé de la teoría de las restricciones en la gestión de proyectos.
Y por ella misma se rige el principio de este punto: siempre hay un factor límite que debe marcar la velocidad de tu camino hacia conseguir lo que te propones.
Además, existe una regla de productividad que se llama Ley de Parkinson, por la que tu cerebro expande el trabajo hasta que el tiempo disponible para ello se termine.
Es decir, si a tu cerebro le “dices” que dispone de 3 horas para hacer algo, lo va a hacer en esas 3 horas. Y si le dices que tienes 2, lo va a hacer en 2.
Aplica la disponibilidad restringida de tus recursos para marcar la velocidad de tu trabajo y derribar tus obstáculos mentales sin miramientos.
#3. La regla del 80/20.
Hoy la cosa va de reglas.
“El 80% de las razones para lograr lo que quieres está dentro de ti. El 20% restante es cosa del exterior.”
Revisa lo que tienes dentro para identificar lo que te frena, y libérate para seguir adelante.
No solo avanzarás más rápido, sino que te harás un favor a ti mismo.
Detecta recursos, habilidades y herramientas
Ahora toca mirar hacia fuera.
Identifica el conocimiento y la información que necesitas para lograr tu meta y tendrás ante ti las habilidades a conseguir para estar entre los 10 primeros de tu sector.
Tu habilidad clave más débil lastra tus ingresos actuales, porque no está en su máximo potencial. Si progresas en ella sobre cualquier otra, tu negocio lo notará y, como consecuencia, tus ingresos también.
¿Qué pregunta puedes hacerte aquí?
¿Cuál de tus habilidades clave impactaría más en tu vida y en tu negocio si la desarrollases mejor?
Sea cual sea, localízala, escríbela, traza un plan y trabaja en ella cada día.
¡Avanti!
Sal de tu cueva y conoce gente que te impulse
Antes te dije que eres responsable de tu vida. Y es cierto.
Sin embargo, no estamos solos. Tú tampoco lo estás. Pero no vale con quedarte en casa, esperando a que toquen a tu puerta para decírtelo.
[Tweet «No estás solo. Pero no vale con quedarte en casa, esperando a que toquen a tu puerta para decírtelo. #emprender»]
Sal de tu cueva y crea redes productivas para que tu plan de acción se refuerce y se nutra de personas como tú.
#1. Nutre tus relaciones
Haz una lista de cada persona en tu vida con la que quieres/necesitas trabajar o colaborar para lograr tus objetivos.
- Empieza con los miembros de tu familia, cuya cooperación y apoyo necesitarás siempre.
- Apunta a tu jefe y compañeros de sector. Si ya has creado equipo, haz lo mismo con ellos.
- Identifica especialmente a los clientes cuyo apoyo necesitarás para vender mejor y cuya prueba social te ayude o te pueda ayudar.
Y, una vez que los tengas escritos, para lograr una relación sana y positiva, corre a darles valor, para que quieran caminar contigo.
La gente que nos rodea nos inspira. Es por ello que siempre tenemos la máxima que nos encanta utilizar: rodéate de la gente correcta. Eres la media de las 5 personas con las que más tiempo pasas.
¿Sabes ya cuál es la tuya?
Haz una lista de todo lo que vas a tener que hacer para conseguir tu meta
Ahora que ya tienes los obstáculos que te frenan, sabes qué conocimientos necesitas y eres consciente de la gente de quien te quieres rodear, es el momento de aunar todo para trazar el mapa que los combine.
Es el momento de anotar cada paso que creas necesitar para lograr tu objetivo.
Y para eso, vamos a empezar con una lista.
Tú sabes que nosotros no somos defensores de hacer listas a cascoporro. Sin embargo, esta es una excepción. Es especial.
¿Dónde está el truco y por qué es diferente?
Porque detrás hay una estrategia, no una acumulación de tareas aisladas y de “tengo que” que te pillan a salto de mata.
Cuando pases a papel (o a Docs, o a Word, o lo que utilices) las líneas de acción que necesitarás para lograr tu meta, comenzarás a sentirla mucho más alcanzable, mucho más cercana y bastante más realizable de lo que pensabas.
Como decía Lao Tsé: un viaje de mil millas comienza con un primer paso.
[Tweet «Un viaje de mil millas comienza con un primer paso. Empieza por el primero y señala los pasos que necesitas dar para llegar a tus objetivos. #emprender»]
Así que empieza por el primero: señalar los pasos que tienes que dar.
#1. Organiza tu lista en un plan
Lo que convertirá a la lista en un plan es la secuencia y la prioridad que des a cada paso anotado.
¿Qué aporta la secuencia?
La secuencia explica lo que tienes que terminar antes de empezar con otra cosa, y en qué orden.
Nada de ir sin ton ni son. Haz lo que tengas que hacer, entendiendo qué cosa va antes de la otra y respetando el orden del proceso para que no falte nada.
¿Para qué sirve la prioridad?
Sencillo: la prioridad establece qué es más importante y qué es menos importante. Separa qué es urgente y qué no lo es.
Y lo más relevante: establece por qué una cosa va antes que la otra, ayudándote a tomar decisiones con un criterio perfectamente adaptado a ti.
La famosa ley de Pareto dice que el 20% de tu esfuerzo puede darte el 80% de tus resultados.
¿Dónde está la clave para conseguirlo?
En que utilices ese 20% con inteligencia, planificando cómo vas a llegar a tus objetivos con los recursos de que dispones: secuencia, prioridad, tiempo.
¿Vas viendo por dónde voy?
Planificar es fundamental. Y afecta en tu día a día, porque las prioridades de tu vida se ven implicadas en ello para que tú controles tu negocio, en lugar de que sea él quien te controla a ti.
#2. Detalla el plan
Vayamos un paso más allá.
Ahora desgrana los pasos definidos según secuencia y prioridad en fechas, tareas y proyectos, palpables para “bajar” al calendario.
Organiza tu lista en pasos desde el principio hasta el final hasta completar tu meta.
¿Cómo?
- Planifica cada día, semana y mes por adelantado.
- Planifica cada mes justo cuando comienza ese mes.
- Planifica cada semana el fin de semana anterior.
- Planifica cada día la tarde anterior.
Con esto, estás materializando los pasos a seguir para llegar a tus objetivos, y sabes cuándo tienes que llevarlos a cabo.
Importante: Cuanto más meticuloso y detallista seas confeccionando este plan, menos tiempo necesitarás para ejecutarlo.
Te recomiendo que, para organizar esto en tu día a día, eches mano de técnicas de productividad concretas, como el Time Blocking.
Y te dejo otra cosa que debes grabarte a fuego: cada minuto invertido en planificar ahorra 10 minutos en ejecución.
Esto equivale a decir que conseguirás un 1000% de retorno de tu tiempo invertido si planificas tus días, semanas y meses por adelantado.
Gana 10 horas a la semana para ti y tu negocio a través de estas 8 claves de Time Blocking
La técnica que usan los emprendedores de éxito para planificar su semana y ser más productivos
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No está nada mal, ¿no? 😀
Elige la tarea más importante de cada día
Esta técnica puede parecerte una tontería, pero atiende y hazte preguntas a ti mismo cada día, aplicando la regla del 80/20:
“Si tuviera que hacer una sola cosa de las que tengo en la lista, ¿cuál sería la más importante?”
Sea cual sea tu respuesta, colócale el número uno.
Una vez hecho, pregúntate de nuevo.
“Si pudiera hacer solamente una tarea de esta lista para hoy, ¿cuál me acercaría más a mis metas?”
Y colócale el número 2.
“Si solamente pudiese elegir una tarea de esta lista para hoy, ¿con cuál de ellas aprovecharía mejor el tiempo invertido?”
Y, ahora, ubícale el número 3.
Dándole este valor, estarás organizando tu secuencia y tu prioridad en el plan de trabajo establecido.
#1. El foco y la concentración son la llave del éxito.
¿Por qué?
Porque:
- El foco te permite saber exactamente qué es lo que quieres hacer.
- La concentración es justo lo que necesitas para dirigirte hacia tu meta en el camino más rápido: el camino recto.
Planificando, favoreces que el foco encuentre su sitio de forma natural. Te pones a trabajar, y ya sabes lo que te toca.
La concentración viene cuando sabes que estás haciendo lo que tienes que hacer en el momento en que lo tienes que hacer.
Y tu esfuerzo, poco a poco, fluye hacia tus objetivos y metas.
Conclusión
Plantear tus objetivos para conseguir resultados de verdad implica esfuerzo, pararte a pensar y organizar tus prioridades con cabeza para tomar las decisiones acertadas.
Si quieres recordar cómo empezar, pásate por el post de la semana pasada y comienza hoy mismo con el plan de acción que necesitas para avanzar.
Y tú, ¿dónde tropiezas más? ¿Qué es lo que más te cuesta conseguir de lo que te he contado hoy?
Te espero en los comentarios. 😉
Ángeles says
Excelente!!mil gracias!!😀
Anna says
¡Fantástico, chicos!¡Sois unos cracks!¡Me encanta vuestros tips y consejos!
Isa says
Y a nosotros nos encanta que te encante, jajaja
Un abrazo Anna
Isa says
¡Hola, Anna!
Y a nosotros nos encanta que te encanten. 😉
¿Cómo llevas tus objetivos desde que los escribiste?
Un abrazo