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Comments

  1. Pablo says

    Hola Isa,

    Comparto plenamente lo que dices a lo largo del artículo, la combinación de la matriz de Eisenhower + Time Blocking es sencillamente brutal.
    Esta combinación me ha permitido centrarme en lo que realmente importa y dedicarle el espacio de tiempo que realmente merece (en mi caso a primera hora del día)

    Solo agregaría una cosa en la parte de planificar: Los hábitos y sistemas que necesitamos desarrollar para lograr nuestros objetivos, ya que no podemos depender de nuestro estado de ánimo/motivación para hacer lo que debemos hacer día a día para cumplir con nuestras metas.

    Saludos 😉

    • Isa says

      Hola, Pablo.

      Me alegra que lo compartas, ahora, ¡a aplicarlo! 🙂

      Realmente, en el cuarto paso, ejecutar, es donde aplicas esos hábitos, que, como bien dices, son la guinda del pastel para que la motivación se siga alimentando y haga buena pareja con la productividad.

      Un abrazo 😉

  2. Iago Domeka says

    Genial Isa,
    Nosotros también usamos el time blocking, Google Calendar nos da la vida, pero es verdad lo que comentas en el link sobre ello … ¡esto ya lo usábamos en el colegio! y hasta que no te planteas ser productivo en tu vida laboral y profesional es curioso que no te das cuenta de las herramientas que ya tenías implementadas en la carpeta del cole.
    El tema de la matriz una pasada, leí algo parecido en «La semana laboral» de Tim Ferris y te digo lo mismo que antes, a veces cuanto más obvio y más delante del morro lo tenemos más cabezazos nos pegamos contra la pared, hasta que vienen y te lo cuentan.
    AH! Me apunto lo de los multiples usuarios de Google Chrome 😉 en https://masymejor.com/herramientas-online-para-ser-mas-productivo/
    Muchísimas gracias por los aportes.
    Un abrazo,
    Iago

    • Isa says

      Muchísimas gracias por tu comentario, Iago. Es verdad que hay cosas que hemos asumido en la infancia que, al crecer, olvidamos y siguen siendo utilísimas hasta en el mundo de los negocios, como es el caso del que hablamos. A veces, cuanto más obvia es la realidad, menos vemos esa obviedad 🙂 ¡Un fuerte abrazo!

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