Muchas veces te hemos hablado de la importancia de los hábitos, del autocuidado y de respetar tu tiempo y tu vida personal para que tu negocio fluya.
Si emprendiste para vivir mejor, ¿por qué ahora estás peor?
Si estás arrancando con tu proyecto y vives estresado desde que te convertiste en emprendedor, debes saber que el síndrome de “no tengo tiempo” puede tener efectos importantes en tu negocio. Pero lo peor es que puede influir, sobre todo, en tu salud.
Hoy tenemos a una invitada especial.
De nuestra comunidad de PROEMERS, Núria García Rovira, formadora experta en Fisioterapia Integral y Vida Equilibrada y Creadora de Sí Tengo Tiempo, nos habla hoy de la importancia del autocuidado desde su experiencia como emprendedora y, también, como fisioterapeuta.
En su consulta ha tratado justamente las dolencias que no son más que un reflejo del estrés laboral, incluido el emprendedor.
Y hoy te cuenta los 7 errores que pueden estar castigando a tu mejor herramienta vital: tu cuerpo, compartiendo en este artículo cómo puedes ponerles solución.
¿Arrancamos? Todo tuyo, Núria. 😀
Índice de Contenidos
Puede que hayas decidido emprender tu propio negocio online o puede que lleves ya muchos años trabajando infinitas horas y aún sientes que tu proyecto no avanza al ritmo que te gustaría.
Puede que te dejases llevar por todas aquellas fantasías que suponen ser tu propio jefe y sentir más libertad en tu trabajo.
Pero la realidad es que te sientes como un corredor de fondo, al que le añaden diez kilómetros cada vez que siente que había avanzado un poco hacia la meta.
Te sientes cansado, trabajas más horas que tus compañeros que trabajan por cuenta ajena, y sientes que esto de emprender es más duro de lo que parecía.
Te has apuntado a infinidad de cursos (marketing, afiliados, como crear el lead magnet perfecto, facebook ads, copywriting, etc.). Pero en vez de tener las cosas más claras sientes que tu cabeza está dentro de una lavadora a máximas revoluciones.
Te sientes agotado, agobiado, frustrado y tu cuerpo lo empieza a notar cada día más.
Tu negocio y tu salud van de la mano
Si te sientes identificado con todo lo anterior, no pasa nada, respira hondo y relájate.
Hoy vamos a identificar los 7 errores que puedes estar cometiendo y que están afectando a tu negocio y a tu salud.
Y voy a remarcar ‘salud’, porque si te olvidas de tu cuerpo te olvidas del único lugar que tienes para vivir.
Sí, has leído bien. No vives en tu casa, vives en tu cuerpo. Y tu negocio está directamente relacionado contigo: con tu salud, con tus relaciones y con todas las áreas de tu vida. Todas están relacionadas entre sí, y el más grande de los errores es olvidarse de esto.
Cuida de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir.
Jim Rohn
¿Quién soy yo para contarte todo esto?
Me llamo Núria y llevo más de 12 años trabajando como fisioterapeuta, especializada en osteopatía energética y emocional.
Durante todos estos años he tratado a muchísimas personas con diferentes tipos de lesiones, patologías y dolores. Muchos de estos síntomas son el resultado de una vida donde predominan el estrés, las preocupaciones, la ausencia de cuidado de uno mismo en todos los sentidos (físico, mental y emocional) y también la falta de rumbo.
Todo esto que puedo observar en las personas cada día es lo mismo que viví yo misma hace unos cuantos años atrás.
Tenía una vida que parecía fácil y perfecta a ojos de los demás, pero no era feliz. Y todo ese sufrimiento interno se traducía en dolores de espalda, vértigos, ataques de ansiedad, insomnio, fatiga y mucha tristeza.
Pasé muchos años así, y siendo fisioterapeuta…¡era para darme un premio de los grandes!
Por suerte me llené de valor, confié en la vida, y corté con todo aquello que me hacía sufrir. Decidí dejar de ser la hija, pareja, fisioterapeuta, que creía que tenía que ser para ser quién yo QUERÍA ser.
Estos dos últimos años he combinado mi trabajo en la consulta con el proyecto Sí Tengo Tiempo.
Mi ilusión es ayudar al máximo de personas a vivir una vida saludable y coherente con quienes realmente son. Les acompaño a transformar todo aquello que consideran negativo (el dolor, los obstáculos, etc.) en herramientas poderosas que les dan el impulso necesario para disfrutar de cada instante de su vida.
Les acompaño para que dejen de decir “no tengo tiempo”.
Como te puedes imaginar, este cambio personal no fue un camino de rosas. Ni tampoco combinar el trabajo en la consulta con el proyecto online.
Me he equivocado muchísimo, pero me alegro de todos los errores que he cometido. Los errores son una fuente de aprendizaje y nos ayudan crecer, pero si somos conscientes de antemano de alguno de ellos y podemos evitarlos… mucho mejor, ¿no?
Por eso te estoy escribiendo estas líneas. Porque no quiero que te agotes innecesariamente, no quiero que te acuerdes de tu salud cuando ya sea tarde y no quiero que vivas tu proyecto como algo pesado.
No quiero que te sientas bloqueado en tu negocio. Ni él ni tú os lo mereceis.
¿Quieres conocer los 7 errores que están afectando a tu negocio y a tu salud? ¿Sí? ¡Pues vamos allá!
Error nº 1: no respetar tus ciclos vitales
Los ciclos vitales son dos: circadianos y ultradianos.
¿Nombres raros? 😀
Veamos de qué va cada uno.
Ritmos circadianos
Los ritmos circadianos son cambios en las características físicas, mentales y conductuales que ocurren en el transcurso de un día.
Responden principalmente a la luz y a la oscuridad y pueden afectar al ciclo de sueño-vigilia, la digestión o la secreción hormonal, entre otros. La mayoría de los ritmos circadianos están controlados por una zona concreta del hipotálamo.
Si alguna vez te has pasado varias noches sin dormir (sí, gracias al dichoso “no tengo tiempo”), durante el día te habrás sentido mucho más fatigado. En estas condiciones es mucho más complicado estar receptivo o creativo.
Por lo tanto, respetar las horas de sueño y favorecer un descanso reparador es fundamental.
Ritmos ultradianos
También existen los llamados ritmos ultradianos. De estos se oye hablar un poco menos, pero son muy interesantes y es básico que los conozcas.
Son aquellos ritmos que ocurren en un período menor a 24h, es decir, que ocurren más de una vez al día, como por ejemplo los latidos del corazón.
¿Has probado de estar más de 2 horas concentrado de forma óptima?
Lo más probable es que no lo hayas conseguido, pues biológicamente es imposible. Después de un período de 90 a 120 minutos, nuestro cerebro necesita un descanso.
¿Y por qué? Esto es debido al “ciclo básico de descanso-actividad”, un ritmo ultradiano descubierto por Nathaniel Kleitman. Cuando estamos despiertos, pasamos de forma cíclica por fases en las que estamos más alerta, seguidas de fases en las que lo estamos menos.
Seguramente te habrá pasado alguna vez que has querido dedicar toda la mañana a una tarea y a medida que van pasando los minutos y las horas te sientes más fatigado, te empiezas a distraer con más facilidad y pierdes efectividad.
Es posible que hayas dedicado mucho tiempo a la tarea y no te has permitido ningún minuto de descanso.
Tus ritmos ultradianos te estaban avisando de que necesitabas parar. 🙂
Ejercicio práctico
Ahora que ya sabes que los periodos de máxima concentración duran entre 50-90 minutos, descubre cuál es tu propio ritmo y de cuánto tiempo de concentración óptima dispones.
A veces pensamos que no podemos parar, que esas cuatro líneas se tienen que escribir ahora o se acabará el mundo.
Y la verdad es que el mundo no se acabará, pero tu energía sí.
Si no respetas tus descansos y no conoces tus ritmos biológicos será como ir a contracorriente, acumulando fatiga.
Aprovecha los descansos para desconectar totalmente de lo que estabas haciendo. Las personas tenemos tres canales de actividad: mental, físico y emocional.
Por lo tanto, si estás realizando una tarea que te está implicando mucho trabajo mental, aprovecha el descanso para conectar con tu cuerpo y tus emociones. Realiza estiramientos, baila, canta, camina o cuéntale un chiste gracioso a tu compañero.
Si no quieres acabar el día con la sensación de tener la cabeza como un bombo o los músculos de tu espalda más tiesos que un palo, trabaja al ritmo de tus ritmos.
[Tweet «Si no quieres acabar el día con la sensación de tener la cabeza como un bombo o los músculos de tu espalda más tiesos que un palo, trabaja al ritmo de tus ritmos. @masymejorcom #emprender #desarrollopersonal»]
¡Dale ritmo a tu cuerpo y le estarás dando ritmo a tu negocio!
Error nº 2: compararte con los demás
“Tu hermano ha sacado mejores notas que tú.”
“Tu compañera tiene más dificultades que tu jefa para conseguir nuevos clientes.”
“Ese experto en marketing factura más que tú.”
“Has dedicado más tiempo a un proyecto que tu recién incorporado compañero y este ha conseguido más objetivos que tú.”
¿Te suenan todas estas frases?
Compararnos con los demás es una acción que tenemos muy integrada dentro de nosotros, y aunque la comparación podría parecer una herramienta potente para motivarnos e inspirarnos, no la utilizamos correctamente.
¿Y sabes dónde acaban recayendo todas estas comparaciones? En tu cuerpo y, particularmente, en tu sistema músculo-esquelético.
Cómo afectan las comparaciones a tu cuerpo
Nuestros huesos, músculos y tendones aparecieron por la necesidad biológica de movernos y relacionarnos con el entorno. Y relacionarnos con el entorno implica compararnos.
Es básico saber si estamos más lejos o más cerca de un árbol, o saber si ese animal es más veloz que nosotros para poder decidir si corremos, nos quedamos quietos o atacamos.
El problema principal es que tendemos a compararnos siempre a la baja. Es decir, siempre vemos lo que nos falta en función de los demás, ya sea en nuestra vida o en nuestro negocio.
“Ese tiene más clientes, ese ya tiene un sistema automatizado de ventas, esa sabe desenvolverse delante de la cámara de forma mucho más fluida, etc.”
Todos estos pensamientos nos afectan a nuestra autoestima y a nuestro cuerpo, y muchas veces nos impiden avanzar.
Compararte con los demás no sirve de nada. Te lo digo yo, que he sido una maestra en esto. Me pasó de pequeña cuando cambié de equipo de baloncesto y creí que las demás eran más buenas que yo. Eso afectó a mi juego, a mi salud (empecé a lesionarme a menudo) y perdí la ilusión por jugar.
Me pasó cuando empecé a trabajar como fisioterapeuta y me pasó cuando me inicié en este mundo online.
¿Ves como no eres la única persona a quien le pasa? 😀
La comparación saludable
Todas las personas andamos a nuestro propio ritmo y no tiene sentido poner la atención en aquello que han conseguido otros y machacarte por lo que todavía te falta.
Si quieres compararte con alguien, compárate contigo mismo.
Compárate con el tú de hace tres meses, el de hace un año o el de hace 10 años. Observa ese “tú” con cariño y te darás cuenta de la cantidad de éxitos y aprendizajes que has acumulado.
Cuando estamos emprendiendo no tiene sentido mirar hacia delante si antes no hemos celebrado todo aquello que nos ha hecho llegar hasta el punto donde nos encontramos ahora.
Yo lo veo cada día en mi consulta. Las espaldas están llenas de tensiones y contracturas innecesarias, porque nos pasamos más tiempo viviendo en la comparación y en la carencia, que en la gratitud y el aprendizaje.
[Tweet «Nos pasamos más tiempo viviendo en la comparación y en la carencia, que en la gratitud y el aprendizaje. @masymejorcom #emprender #desarrollopersonal»]
Cuando aparece un dolor o una lesión en el sistema músculo-esquelético vale la pena preguntarse:
- ¿En qué me estoy desvalorizando?
- ¿Qué pensamientos tengo la mayor parte del día?
- ¿Hay alguna situación que esté viviendo y que no esté gestionando correctamente?
- ¿Me he llenado de aprendizajes o estoy encallado en aquello que todavía me falta?
Si no valoras tus capacidades, si no dedicas tiempo en prestar atención a todo aquello que has aprendido y conseguido hasta ahora, tu negocio y tu cuerpo lo van a notar.
Error nº 3: descuidar tu ocio
No todo es trabajar. Necesitas divertirte.
Seguro que más de una vez has descuidado tu ocio…
Cómo caer en la trampa
Cuando inicié mi proyecto online, a parte de poder ayudar a muchas más personas de las que me llegan a la consulta, quería tener mucho más tiempo para mí y para estar con mi pareja y amigos.
¿Cuál fué la sorpresa? Que no estaba llegando a toda la gente que pensaba, y además, tenía menos tiempo para mí que antes de empezar con el proyecto.
Empezaba temprano por la mañana escribiendo, salía a pasear escuchando audios de cómo hacer una campaña de facebook, comía mientras editaba los vídeos del curso, me iba a trabajar a la consulta, regresaba tarde a casa y antes de ir a dormir revisaba la automatización de Active Campaign.
Vamos, que solo con escribirlo mi cuerpo ya se ha puesto en “modo tenso”.
Quería tener más tiempo para mí y justo estaba consiguiendo el efecto opuesto.
Resultado: cansancio, dolor de cabeza, tensión en el cuello y una saturación mental importante.
Prácticamente me estaba convirtiendo en todo lo contrario a la misión de mi proyecto. Me estaba acercando más a la imagen del “no tengo tiempo”, que del “Sí Tengo Tiempo”. Y eso, claro está, no tenía ningún sentido.
Paré, reflexioné, revisé mis hábitos, reconecté con mi propio ritmo, me escuché y volví a introducir aquellas actividades que me recargaban de energía.
No te olvides de aquello que te da energía
Te cuento esto porque yo misma había estado gastando toda mi energía hasta llegar al punto de vaciarme.
Mi trabajo me apasiona, pero disfrutar de la naturaleza, de los paseos con mi pareja y mi perrita, de una buena cena con los amigos… esto también me fascina.
Si no vivo estas experiencias, no me siento yo. Si no me regalo tiempo para mí, parece que mi trabajo se convierte en una obligación sin recompensas.
No te olvides nunca de ti y de todo aquello que te llena de energía.
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Como dice Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” la clave está en realizar aquel grupo de tareas que no son urgentes pero sí son importantes.
Es decir, todas aquellas acciones y actividades que te recargan de energía, que te ayudan a tener claridad, que te permiten cuidar de tu cuerpo y mantener un estado de salud efectivo para afrontar tu negocio y las dificultades de forma equilibrada.
Puede que te guste comer chocolate. Está muy bueno, pero si te pasas cada día comiendo solo chocolate, es probable que te sientas mal, tu estómago se resienta e incluso acabes aborreciéndolo.
Aunque tu trabajo y tu proyecto te encanten, no te atiborres de él. Toma una “dieta” equilibrada de tareas, actividades y experiencias.
Error nº 4: no celebrar ni agradecer tus éxitos
La “brecha” del emprendedor
Puede que lleves un tiempo queriendo arrancar tu proyecto y ves que no acaba de salir adelante.
Tu negocio te da para lo justo y necesario, pero no se expande como te gustaría. Además, no paras de ver por todos lados infinitos casos de éxito de personas que han facturado mucho más que tú y encima en mucho menos tiempo.
Los referentes de tu mercado te cuentan todas las claves para tener un negocio rentable, pero todavía te ves lejos de todo lo que cuentan. Te sientes frustrado, agotado e incluso cabreado por sentir que remas contra viento y marea.
[Tweet «Los referentes de tu mercado te cuentan todas las claves para tener un negocio rentable, pero todavía te ves lejos de todo lo que cuentan. Te sientes frustrado, agotado e incluso cabreado por sentir que remas contra viento y marea. @masymejorcom #emprender»]
Estás dedicando todo tu esfuerzo, pero a parte de sudar y perder horas de sueño, no consigues lo que querrías. Sí es así, para un segundo y respira.
¿Dónde tienes puesta la mirada? ¿En lo que consiguen los demás? ¿En todo lo que te falta?
Sí es así, te doy la bienvenida al maravilloso y desmoralizante espacio mental de la “brecha” del emprendedor.
Sé lo que es estar en la “brecha” y te engañaría si te dijera que mi mente no tiene una tendencia natural a regocijarse en ella.
Tienes un ideal, una visión de negocio y de vida. Y esto es lo que te mueve, lo que te motiva.
Ese ideal te da impulso y te lleva a darlo todo aunque estés hecho polvo y con la espalda hecha un cuadro. Para llegar a ese ideal, a esa visión, es importante establecer unos objetivos y trazar un plan de acción.
Pero puede que vayas consiguiendo esos objetivos y te sigas sintiendo lejos de tu ideal.
Las sensaciones y las emociones que vives cada día no dependen del lugar en el que te encuentras. Dependen de tu mirada y del lugar en el que pones tu atención. Si miras todo aquello que te queda por conseguir te vas a abrumar y te vas a desesperar. Estarás en la “brecha”.
En cambio, si miras atrás en el pasado y observas todo lo que has aprendido y todos los éxitos que has conseguido, tus sensaciones van a ser totalmente distintas.
Ejercicio práctico
Tómate unos diez minutos para parar. Coge papel y boli. Puedes hacerlo en el ordenador, pero para estos ejercicios yo siempre recomiendo estar en “modo analógico”.
Cierra los ojos y deja que te venga a la mente todo aquello que ha supuesto un éxito y un aprendizaje en tu vida. Puedes mirar atrás y ver dónde estabas y cómo eras hace 5 años, 3 años, 1 año o 3 meses.
Estoy convencida de que tienes muchas cosas por las que estar agradecido y sobre todo, para celebrar. Para mí no tiene sentido ponerse a planificar objetivos si antes no te has llenado de tus propios logros.
[Tweet «No tiene sentido ponerse a planificar objetivos si antes no te has llenado de tus propios logros @masymejorcom #emprender #desarrollo personal»]
Cuando tomas consciencia de los retos y dificultades que has superado, de las nuevas capacidades que has adquirido, te llenas de confianza y no te hace falta ni mirar a los demás ni angustiarte por lo que todavía falta.
Por qué estar en la “brecha” repercute en tu cuerpo
Cuando miramos al futuro tendemos a ver todo lo que nos falta. Y cuando miramos al pasado lo hacemos para castigarnos y para arrepentirnos.
El “mal uso” de nuestra mente tiene un claro “perdedor”: nuestro cuerpo. Lo observo cada día: tendinitis, cefaleas, lumbalgias, disfunciones intestinales, hipertensión, sobrecargas musculares, hernias discales… La lista es infinita.
La felicidad no está en el extremo del camino, el propio camino es la felicidad.
Recuerda: si no nos alegramos por nuestro camino, ni celebramos nuestros propios pasos, siempre vamos a sentirnos insatisfechos, incompletos y vacíos.
Error nº 5: no moverte (física, mental y emocionalmente)
¿Eres de los que dedica parte de su tiempo al ejercicio físico o eres de los que el deporte se ha convertido en un bonito recuerdo de cuando ibas al colegio?
Si no te mueves, estás muerto
Moverse es la clave de todo, pues la vida es movimiento constante. Y no te hablo solo de mover el esqueleto, también de permitir que se muevan nuestros pensamientos y nuestras emociones. Si no te mueves, estás estático. Y si estás estático, estás muerto. Así de claro te lo digo.
La mayoría de las dolencias que atiendo en la consulta aparecen por una falta de movimiento. Después de terminar la carrera de fisioterapia, tenía muy claro que moverse era vital. Lo que no sabía y fui aprendiendo a lo largo de los años, gracias a la gente que atendía a la consulta (y sobre todo, gracias a mi propia situación personal), es que existían otras cosas que necesitaban de movimiento y atención: las emociones.
La palabra emoción proviene del latín emotio, que significa “movimiento o impulso”.
¿Dejas mover y fluir las emociones dentro de ti? ¿Dejas que se expresen o te las guardas?
¿Eres de los que te vas callando lo que sientes y luego lo expresas de forma descontrolada y te acabas arrepintiendo?
En función de las experiencias que hayamos vivido o de la influencia que haya ejercido nuestro círculo más cercano en la infancia, puede que tengamos algún bloqueo a la hora de expresar lo que sentimos. Puede que tengamos la creencia errónea de que existen emociones que son negativas, como el miedo, la rabia, o incluso la tristeza. Pero no existen emociones buenas ni malas, solo hay emociones que nacen para ser vividas.
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Déjate sentir las emociones
Te invito a dejarte sentir las emociones en tu cuerpo. Regálales el espacio y tiempo que se merecen. Pon atención a las sensaciones corporales y pregúntate:
- ¿En qué zonas de mi cuerpo siento más la emoción?
- ¿Es una sensación estática o se mueve?
No busques explicaciones ni razonamientos, solo siente.
Busca un espacio y un momento en el que te sientas cómodo para sentir y expresar tus emociones.
Lo ideal es dejar que se expresen cuando aparecen, pero a veces, depende del lugar donde te encuentres o si estás con más personas, puede que sientas que no es el mejor momento.
Llega entonces a un acuerdo contigo mismo y con tus emociones. Dile a tu cuerpo: “ahora no puedo dedicarte toda la atención que te mereces. Te prometo que cuando llegue a casa te escucharé y te prestaré toda mi atención y mi energía”.
Luego, no le engañes y cumple la promesa. Deja que tus emociones se muevan y se expresen.
Estarás luchando contra el “no tengo tiempo” que tu cuerpo no se merece.
Mueve tu cuerpo y activa tu energía
Y no te olvides de tu cuerpo.
- Realiza estiramientos: por la mañana, antes de acostarte, antes de tumbarte en el sofá o mientras esperas a que llegue el autobús.
- Activa tu energía: baila, corre, ve al trabajo en bici, etc. Ahora hay infinidad de opciones para hacer ejercicio, incluso desde casa. No hay lugar para las excusas. Ni la edad, ni el tiempo, ni tu estado físico actual sirven como excusa. Si no te lo crees échale un vistazo a Corriendo desde Zero.
Cuanto más te muevas en todos los sentidos, más enérgico estará tu cuerpo y más despejada estará tu mente. Tu negocio necesita que estés al 100%, necesita que te sientas vivo y con ganas de hacer cosas.
Error nº 6: vivir a medias (respirar a medias)
Este error es más común de lo que puedes pensar.
Vamos a probar. 🙂
Respira
Te propongo hacer un pequeño ejercicio: toma aire por la nariz e inspira profundamente hinchando la barriga. Luego suelta el aire poco a poco por la boca.
¿Qué tal? ¿Cómo ha ido? ¿Te ha resultado fácil o difícil? ¿Te ha sentado bien o mal realizarlo?
¿Pones atención a tu respiración a menudo? Si lo haces, perfecto.
Si no, puede que formes parte de ese gran grupo de personas que está más centrada en los problemas, las tareas rutinarias, lo que necesitan comprar, lo que necesitan ganar, etc., y se han olvidado de respirar.
Y si respiramos a medias, vivimos a medias. Respirar nos permite oxigenar y depurar el cuerpo. Si tus tejidos no están oxigenados vas a rendir menos.
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Si acumulas demasiadas toxinas en el cuerpo, tus órganos tendrán un exceso de trabajo, vas a estar más cansado, rendirás menos y será más fácil que puedan aparecer inflamaciones y lesiones en los tejidos.
Revisa tu diafragma
Puede que al respirar profundamente hayas notado que te costaba o incluso te hayas agobiado. Esto es normal.
Es probable que, igual que la mayoría de las personas que acuden a la consulta del fisioterapeuta, tengas el diafragma bloqueado. El diafragma es un músculo que tiene una forma parecida a un paraguas y que divide la cavidad torácica de la abdominal.
Gracias a su movimiento nuestros pulmones reciben el aire que necesitamos para vivir.
Te invito a acudir de vez en cuando a un fisioterapeuta u osteópata para hacer un chequeo de tu cuerpo y de tu diafragma. También puedes realizar un sencillo automasaje.
Con el diafragma relajado, coge el hábito de realizar respiraciones profundas y conscientes.
Por ejemplo: inspira cogiendo el aire por la nariz durante cuatro segundos y espira soltando el aire por la boca durante ocho segundos.
Haz negocios con energía
Puede que te estés preguntando: ¿Y qué tiene que ver el respirar con mi negocio?
Si respiras profundamente, tu cuerpo y tu mente tendrán más energía. Pero el respirar, a parte de oxigenar tu cuerpo, te conecta con el único momento que existe: el momento presente.
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En el presente la mente desaparece. No puedes recordar ni imaginar el presente, solo puedes experimentarlo y sentirlo.
Tomar consciencia de tu respiración, te hace tomar consciencia que estás vivo. Vivir en el ahora nos ayuda a aquietar la mente y vaciarla de preocupaciones.
Si tienes más energía y estás más anclado en tu presente que en los problemas del día a día, tu proyecto, tu equipo y tus clientes te lo agradecerán.
Adquiere el hábito de realizar al menos tres respiraciones profundas, tres veces al día. Puedes hacerlo por la mañana, antes de comer y antes de acostarte.
Si quieres llegar a un nivel más “pro”, realiza respiraciones profundas cada hora. Ponte una alarma en el móvil que te lo recuerde o pega un post-it en la pantalla del ordenador que ponga “¡Respira!”.
Error nº 7: no tener foco ni claridad
Si eres de los que le gusta aprender y tienes infinidad de inquietudes, puede que hayas acabado muchos días con la cabeza a punto de explotar.
Tantos artículos por leer, tantas formaciones por realizar, tantas ideas por materializar, tantos vídeos por integrar, tantas herramientas para implementar… ¡Una locura de información por consumir y una infinidad de soluciones que aportar al mundo!
Aprender y crear es apasionante, pero cuidado, esto es un arma de doble filo.
Si no tienes claro a dónde te diriges, tu negocio no avanzará con fuerza. Más bien parecerá que se mueve como un globo que va de un lado para otro, en función del viento que sopla en ese instante. Y eso sin sumar el poder de las interrupciones, problemas y fuegos urgentes por apagar.
Estar focalizados o distraídos marcará la diferencia en tu negocio y por supuesto, en tu vida.
¿Y cómo saber qué es aquello realmente importante para tu negocio? Pues parándose y haciéndose las preguntas adecuadas. Además de realizar el curso de PRODUCTIVIDAD EMPRENDEDORA, que para mí fue un antes y un después en mi camino 🙂
Hazte preguntas que te dan foco y claridad
Tómate unos minutos y responde de forma sincera las siguientes preguntas:
- ¿Quién soy?
- ¿Quién quiero ser?
- ¿Cómo quiero vivir?
- ¿Cuál es mi misión?
- ¿Qué acciones me dan energía? ¿Qué tareas me la quitan?
- ¿Cuáles son aquellas acciones que me acercan a quien quiero ser?
- ¿Cuáles son aquellas tareas importantes que son clave para el crecimiento de mi negocio?
Cuando te haces las preguntas adecuadas, aparecen las respuestas transformadoras.
Todas aquellas respuestas que te den un subidón de energía al escribirlas significan que estás conectando contigo mismo y con tu siguiente paso. Es muy importante tener claro hacia dónde queremos ir.
Porque además de saber cuáles son las tareas prioritarias a realizar, sabremos identificar cuáles son aquellas tareas y acciones que no nos llevan a ninguna parte. Y esto no tiene precio.
Ten siempre presente que tu negocio, tu familia, tus relaciones y tu salud tienen un eje en común que les une: el ser que eres.
Si no estamos en coherencia con quien somos, se manifestará en todas las áreas que conforman nuestra vida.
Tu negocio es una proyección de quién eres ahora. Y los bloqueos que están presentes en tu negocio están mostrando algunos de los bloqueos que viven dentro de ti.
Los bloqueos o dificultades de tu negocio son una oportunidad para conocerte mejor. Los dolores y lesiones que sufre tu cuerpo también.
No te enfades si no te salen las cosas como te gustaría, no maldigas tu rodilla si te duele, no te castigues si ves que todavía te cuesta hablar en público. O, sencillamente, si en tu cabeza no para de aparecer la frase “no tengo tiempo”.
Todo esto que parece malo o negativo esconde en sentido muy simple: llevarte a tu zona de excelencia, que descubras todo el potencial que tienes dentro y que te quieras por ser quién eres.
Porque si te lo permites, sentirás que eres más que tu negocio, que el personaje de marido, de emprendedora o de runner. Lo que eres ahora lo has sido siempre, solo tienes que cerrar los ojos y sentirlo.
Cuéntame cuáles son tus bloqueos ahora mismo en tu negocio y qué espacio ocupan en tu vida tu salud y tu desarrollo personal.
¡Te espero en los comentarios!
Parece que han escrito el artículo precisamente para mí!!!
Muchas gracias por compartirlo, muy interesante para mejorar!!!
Hola!
Muchas gracias por tu aporte. Me alegra que te haya sido de utilidad.
¡Cuéntanos como te va al aplicar esas ideas!
Un abrazo
¡Hola!
Muchas gracias por escribir. Me alegro mucho que te haya gustado el artículo y sobre todo que puedas ponerlo en práctica. ¿Cuáles son las situaciones con las cuáles te has sentido más identificado? Me encantará leerte 🙂
Un abrazo.
Me ha gustado mucho este artículo Nuria, especialmente la parte de la «brecha» del emprendedor. Es cierto que esta existe en cualquier etapa del proyecto.
¡Muchas gracias! Ahora mismo comparto este artículo tan útil 🙂
Un abrazo!
Muy buen artículo y creo que en el gun punto o en prácticamente todos, nos vemos reflejados. Es importante ver que no “soy un bicho raro”, que lo que me sucede o lo que siento, le pasa a los demás, y sobre todo, que es posible superar esos inconvenientes, que al final se reflejan en la falta de productividad y en falta de salud física. Muchas gracias por compartir! Y sobre todo, por dar soluciones!
Hola Carmen,
Muchísimas gracias por escribir. Me alegro mucho que te haya gustado el artículo y que te haya ayudado a ver que muchas de las situaciones que vivimos se pueden transformar. La verdad es que algunas son más frecuentes de lo que parece. Lo más importante es ver que todo lo que nos encontramos y sentimos en nuestro camino es un aprendizaje. Ya me contarás qué tal han ido los ejercicios prácticos. Gracias de corazón. Un abrazo enorme.
Hola Marina,
Me alegro mucho que te haya gustado el artículo. Gestionar la «brecha» del emprendedor es uno de los mayores retos que tenemos. Es muy importante llenarnos de nuestros éxitos y alegrarnos por el camino hecho. Si nuestra mente vive más en todo lo que nos falta nos generamos frustraciones y dolores innecesarios. Muchísimas gracias por escribir y por compartir el artículo.
¡Un súper abrazo!
Articulo fantástico, muchos nos vemos super identificados !. Me acabo de hacer una respiración profunda y consciente, y parece que el diafragma se ha desbloqueado … jeje. Gracias ! Un abrazo
Hola Edu!
Gracias por tu aporte, que bueno que pusieras en practica el ejercicio, respirar mejor es un aspecto muy importante para nuestra salud, pero también para incrementar nuestro rendimiento y ayudarnos a estar en el momento presente.
Un abrazo
Hola Edu,
Muchísimas gracias por escribir y por respirar! 🙂
Me alegro mucho que te haya gustado el artículo. Muchas de las personas que me vienen a la consulta con alguna dolencia o se sienten agobiados me preguntan: ¿Y qué puedo hacer para encontrarme mejor? Y yo les respondo: «Respira». No te hace falta más.
A veces sólo necesitamos eso, y muchas de las cargas y preocupaciones se diluyen. Oxígeno, diafragma liberado y estar en el presente son la clave 🙂
Un súper abrazo!!!
Gracias por hacernos llegar estas palabras, hacen replantearse mucho. Ahora a ponerlo en practica mas a menudo! Saludos
Hola Elena!
Me alegra que el articulo te hiciera reflexionar, pero sobre todo que quieras llevarlo a la practica.
Cuéntanos como te va al aplicar los ejercicios!
Un abrazo
Hola Elena,
Me alegra mucho que te haya gustado el artículo y sobre todo que te haya ayudado. Como tu bien dices: ahora a ponerlo en práctica. Esta es la clave de todo. Sin acción no hay transformación. Cuéntanos qué tal y si hay alguno que te haya sido más fácil o difícil de aplicar. Un abrazo enorme!