Dejamos la casa de Jose (de Coobis) a las 12.00 rumbo a la parada de metro de Ciudad Lineal. Una maleta con la ropa de Isa y mía, las 2 maletas de los portátiles y una mochila a la espalda donde van las impacientes cámaras de fotos y vídeo.
Metro con poca gente a esa hora, nada que destacar, salvo los 3€ que cuesta, por persona, el suplemento del metro para llegar al Aeropuerto.
Ya en el aeropuerto, sumamente tranquilos, como un niño acostumbrado a ir a la guardería y que está deseando jugar con los nuevos juguetes que sabe que traen esta semana.
A las 14:00, unos macarrones con tomate y una pierna de pollo con patatas, nuestra comida. Y de postre un yogur desnatado.
Y a las 14:45 embarcmos rumbo a Miami.
Salimos de Madrid a las 15:30 del 25 de Mayo de 2016 y llegamos a Miami a las 18:00 hora local, 00:00 hora española, después de casi 8 horas de vuelo y alguna que otra turbulencia.
EL VUELO MADRID-MIAMI
El vuelo tranquilo, pese al bebé y al niño de unos 3 años que teníamos al lado. Isa aprovechó para ver un par de películas en inglés y yo para acabar de leer Virtual Freedom y empezar y dejar al 50% un auténtico descubrimiento, The One Thing (Lo Único), uno de esos libros que te han recomendado hasta la saciedad los cracks americanos y que no sabes muy bien por qué sientes que ha llegado a tu vida en el momento justo.
La comida durante el vuelo, la normal. Ternera con patatas, una mini-mini-ensalada, un panecillo que parecía una patata asada, unos crakers (panecillos cuadrados crujientes), mantequilla, queso para untar y una especie de natillas de postre (muy buenas por cierto).
Una de las cosas que más me gusta de estos vuelos es que después de la comida te ofrecen té y yo siempre pido lo mismo: “Tea with coffee and milk please” lo que viene siendo “Té con leche y azúcar por favor”. Me encanta ese saborcito después de comer. Es un ancla positivo con los vuelos de larga distancia.
ATERRIZAMOS EN MIAMI
Casi 15 minutos hasta llegar al control de pasaportes donde nos espera una hilera de ventanillas con el cartel “Visitors” y una cola de más de 500 personas (como mímino). Tras unos 20 minutos de espera, nos toca.
Las preguntas del policía son graciosas:
– ¿Voláis juntos?
– ¿Sois familia? ¿qué relación tenéis?
– ¿A qué venís a Estados Unidos?
– ¿Cuánto dinero lleváis en efectivo?
Y una anécdota que no sabíamos. El visado que nos hicimos el año pasado nos sirve para… ¡¡10 años!! así que no hace falta sacarse el ESTA.
Salimos del aeropuerto y nos atiende Ilenny hernandez, una chica muy simpática que podrás ver en el vídeo. 32$ el billete desde el aeropuerto hasta el apartametneo de AirBnb. Esto te lo puedes ahorrar si pides un Uber, pero evidentemente te hace falta una tarjeta SIM americana y en funcionamiento, o activar el roaming. Nosotros íbamos tan cansados que no se nos ocurrió lo del roaming. Después nos enteramos que pedir un coche con Uber nos hubiera salido por unos 15$, pero bueno, tampoco es para tanto.
CONOCEMOS A OUALI
¿Casualidad? ¿Causalidad? ¿Destino? No lo sé, pero es cuanto menos curioso ver cómo hemos conocido a Ouali (Isa lo cuenta en el vídeo).
Ouali Benmeziane un auténtico crack que nos contó su historia y que algún día nos la contará él en persona en el blog. Si queréis conocerlo un poquito mejor, aquí os dejamos algunos vídeos.
Y para acabar el día de hoy, nuestro vlog #1
¡Esperamos que os guste!
P.D.: El hábito de escribir todos los días es una de esas cosas que deberías hacer para que “Tu yo futuro se sienta orgulloso”, pero reconozco que cuesta 🙂