Hoy te vamos a hablar del poder de la autodisciplina para conseguir los objetivos que te propongas.
¿Cuál es la diferencia entre los que consiguen empezar y terminar las cosas que se proponen y los que no?
Hoy hablaremos de la cualidad más importante para conseguir tus objetivos.
La autodisciplina o fuerza de voluntad está asociada al sacrificio. A ser capaz de dejar de hacer algo que te apetece para hacer algo que sabes que tienes que hacer.
Puedes leer libros sobre productividad, hacer un curso sobre marketing online, aprender sobre diseño o cualquier tema que te interese, pero no sirve de nada si no eres capaz de aplicar de verdad esos conocimientos para convertirlos en algo tangible.
La mayoría de la gente tiene sueños, objetivos, quiere vivir mejor. Pero en cuanto se dan cuenta de que eso requiere un esfuerzo por su parte, todo cambia. Pocos son los que están dispuestos a sacrificar parte de su presente por un futuro mejor. Pocos están dispuestos a dejar de salir un sábado por la noche por quedarse trabajando en sus proyectos, o levantarse temprano un domingo para hacer, por ejemplo, un curso.
[Tweet «Autodisciplina es sacrificar parte de tu presente por un futuro mejor #motivacion» ]
¿No te das cuenta de que sacrificar unos meses, un año o dos, o incluso cinco o diez años de tu vida no es NADA comparado con lo que podrías tener después?
Evidentemente hay distintos niveles de objetivos y cada uno requiere un esfuerzo diferente, por ejemplo:
- 5 meses enfocado en tu blog para mejorar tu curriculum o poder ganarte unos ingresos extra.
- 1 año estudiando inglés para después poder irte a trabajar a Estados Unidos.
- 5 años trabajando en tu estrategia de ingresos pasivos para después tener toda una vida de libertad y viajes 🙂 Como nuestros amigos Rox y Javi de tiempodeaventuras.com
EL PODER DE LA AUTODISCIPLINA Y CÓMO TRABAJARLA
Dicen que la fuerza de voluntad es un músculo más que hay que entrenar. Te queremos contar una serie de consejos que a nosotros nos funcionan para trabajarla a diario:
1. Haz cada día algo que no te apetezca
Gestos sencillos como hacer la cama por las mañanas, fregar los platos justo al acabar de comer o levantarte más temprano, irán entrenando ese músculo de la autodisciplina para que esté más fuerte a la hora de enfrentar un reto mayor.
2. No pienses, ¡solo actúa!
Si te has propuesto salir a correr o ir al gimnasio todos los días después de trabajar, en cuanto llegues a casa, ¡cámbiate de ropa enseguida!
Hazlo sin pensar, no des tiempo a esa vocecita interior que te dice que te quedes en casa, que por un día no pasa nada.
Todo está en tu mente, no pienses, solo actúa.
3. Recuerda siempre la motivación inicial
Cuando nos proponemos una meta, al principio tenemos muchas ganas y motivación pero poco a poco nos vamos cansando y volviendo a los hábitos de siempre.
Si te has propuesto adelgazar, dejar de fumar, o empezar un blog, es seguro que vas a tener momentos de debilidad. Escribe los motivos por los que quieres hacerlo y tenlos siempre en un lugar visible o echa mano de ellos cuando estés cansado.
No te tomes esto a la ligera, escribir los objetivos en un papel tiene más poder del que piensas, no cometas el error de pensar que con tenerlos en la cabeza te vale. Pruébalo.
4. Rodéate de la gente correcta
Este es uno de los puntos clave. Dicen que eres la media de las 5 personas con las que más tiempo pasas. Echa un vistazo a tu alrededor y piénsalo.
No se trata de menospreciar ni dar de lado a tus amigos o familia, sino de buscar ampliar tus contactos con gente que comparta tus objetivos o incluso que los haya conseguido ya. Esto te dará fuerza y motivación para continuar y no tirar la toalla nunca.
Queríamos finalizar con una frase sobre los hábitos que nos gusta mucho:
«Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino»
Solo con una fuerza de voluntad sólida podrás crear hábitos que te ayuden a conseguir tus objetivos y crear tu futuro.
¿Y tú? ¿Como entrenas tu fuerza de voluntad?
José María says
Hola Isa y Juanmi:
Lo primero felicitaros por vuestro blog, ayuda mucho a aquellos que creemos que una vida mejor es posible.
Comparto todo lo que mencionais en esta entrada, para mí la autodisciplina tiene dos grandes enemigos: Uno mismo y el entorno.
Este año me propuse como objetivo formativos obtener el FCE. Es increíble la cantidad de veces que he tenido que escuchar de mi gente que ya estoy mayor para estudiar (38 añazos muy bien llevados) y que las academias de inglés son para adolescentes.
Por no hablar del autosabotaje que me llevaba a inventar mil excusas para no ir a las clases: Hoy llueve, hace frío, salgo tarde del trabajo…
Pero con constancia y esfuerzo he conseguido aprobar el examen a la primera. Ni os imaginais el incremento de motivación extra que me ha supuesto para afrontar nuevas metas.
Continuad así con vuestra página web y con vuestro ejemplo.
Un saludo
Isa says
Hola Jose Maria!
Muchísimas gracias por tu comentario, me alegro mucho de que te guste lo que escribimos 🙂
Es de admirar que sigas con tantas ganas de aprender y mejorar. Efectivamente la única persona que puede hacer que no consigas lo que quieras, eres tu mismo, por eso la fuerza de voluntad es tan importante. Y como bien dices, cada logro da más fuerzas para el siguiente, así que sigue así!
Mi consejo es que no tengas muy en cuenta las opiniones de los que en vez de apoyarte, te desaniman. Te invito a que leas la nueva entrada/video sobre la importancia de rodearte de la gente correcta 😉
Un abrazo!
Carlos la Orden (Prismalize) says
¡Hola, Isa!
He vuelto a releer este artículo después de un tiempo, ya que la semana pasada estuve ciertamente «espeso» debido a numerosos inconvenientes que me hicieron perder la concentración por completo. Ya sabes, muchas cosas poco importantes, que te van mermando la capacidad de focalizarte.
Al final lo he resuelto dejando todo lo que tenía entre manos, sacando un par de horas para relajarme por completo y escribir en un papel lo que tenía que hacer.
Es muy útil lo que indicas de hacer algo incómodo cada día, aunque no todos los días uno está por la labor, especialmente cuando estás en un «mood» agobiado. Lo que me ha funcionado ha sido realizar una tarea muy sencilla al comenzar el día, y después una importante (en mi caso, preparar una presentación). En dos días estoy otra vez prácticamente al 100%.
Un abrazo para ti y para el pariento 🙂
Carlos