Reader Interactions

Comments

  1. José María says

    Hola Isa y Juanmi:

    Lo primero felicitaros por vuestro blog, ayuda mucho a aquellos que creemos que una vida mejor es posible.

    Comparto todo lo que mencionais en esta entrada, para mí la autodisciplina tiene dos grandes enemigos: Uno mismo y el entorno.

    Este año me propuse como objetivo formativos obtener el FCE. Es increíble la cantidad de veces que he tenido que escuchar de mi gente que ya estoy mayor para estudiar (38 añazos muy bien llevados) y que las academias de inglés son para adolescentes.

    Por no hablar del autosabotaje que me llevaba a inventar mil excusas para no ir a las clases: Hoy llueve, hace frío, salgo tarde del trabajo…

    Pero con constancia y esfuerzo he conseguido aprobar el examen a la primera. Ni os imaginais el incremento de motivación extra que me ha supuesto para afrontar nuevas metas.

    Continuad así con vuestra página web y con vuestro ejemplo.

    Un saludo

    • Isa says

      Hola Jose Maria!

      Muchísimas gracias por tu comentario, me alegro mucho de que te guste lo que escribimos 🙂

      Es de admirar que sigas con tantas ganas de aprender y mejorar. Efectivamente la única persona que puede hacer que no consigas lo que quieras, eres tu mismo, por eso la fuerza de voluntad es tan importante. Y como bien dices, cada logro da más fuerzas para el siguiente, así que sigue así!

      Mi consejo es que no tengas muy en cuenta las opiniones de los que en vez de apoyarte, te desaniman. Te invito a que leas la nueva entrada/video sobre la importancia de rodearte de la gente correcta 😉

      Un abrazo!

  2. Carlos la Orden (Prismalize) says

    ¡Hola, Isa!

    He vuelto a releer este artículo después de un tiempo, ya que la semana pasada estuve ciertamente «espeso» debido a numerosos inconvenientes que me hicieron perder la concentración por completo. Ya sabes, muchas cosas poco importantes, que te van mermando la capacidad de focalizarte.

    Al final lo he resuelto dejando todo lo que tenía entre manos, sacando un par de horas para relajarme por completo y escribir en un papel lo que tenía que hacer.

    Es muy útil lo que indicas de hacer algo incómodo cada día, aunque no todos los días uno está por la labor, especialmente cuando estás en un «mood» agobiado. Lo que me ha funcionado ha sido realizar una tarea muy sencilla al comenzar el día, y después una importante (en mi caso, preparar una presentación). En dos días estoy otra vez prácticamente al 100%.

    Un abrazo para ti y para el pariento 🙂

    Carlos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *