¿Sientes que tienes miedo a empezar algo nuevo? ¿Sientes que te gustaría hacerlo pero no sabes por dónde empezar? ¿Sientes que te gustaría hacerlo pero hay algo que te frena?
Sabemos cómo te sientes.
Este año hemos hecho cosas que hace unos años ni nos hubiéramos imaginado:
– Dejar nuestro trabajo “estable” para dedicarnos a nuestros proyectos
– Dejar nuestro piso de alquiler en Madrid
– Irnos a viajar 6 meses por Estados Unidos
El miedo siempre está ahí, y no se trata de no tener miedo, sino de seguir adelante a pesar de él.
[Tweet «No se trata de no tener #medo, sino de seguir adelante a pesar de él. #emprender»]
¿Y si el miedo solo fuera un sentimiento?
Piénsalo ¿a qué tienes miedo?
Probablemente sea una mezcla de cosas: a fracasar, a no estar a la altura, a arrepentirte, a las críticas de los demás…
Todo esto es totalmente normal cuando empiezas algo nuevo, pero nada de eso es real, son solo sentimientos y pensamientos en tu mente.
A nosotros la verdad que nunca nos han importado mucho las críticas de los demás y por si te sirve de ayuda, no nos hemos arrepentido de momento de nuestra decisión.
Pero cómo sabemos que normalmente no es fácil tomar este tipo de decisiones, te vamos a dar a continuación una serie de claves que esperamos que te ayuden a cambiar de vida o empezar algo nuevo:
1. Asume tu responsabilidad (sé proactivo)
Nadie va a hacerlo por ti, eres tú el único responsable de tus objetivos y de tu vida.
Aprende más sobre qué es la Proactividad y cómo fomentarla en tu día a día.
2. Identifica tu por qué para mantener la motivación
Pregúntate por qué quieres hacerlo, porque esa razón va a ser el motor que te impulse cuando no tengas fuerzas, cuando dudes o cuando quieras tirar la toalla.
Visualízate habiéndolo conseguido.
En nuestro caso nuestro por qué era la libertad, tener nosotros el control de nuestro propio estilo de vida para poder hacer con nuestro tiempo lo que queremos de verdad.
3. Busca Información, conecta y prueba antes de lanzarte
Una de las razones del miedo a empezar suele ser la falta de información. No tienes que lanzarte al vacío y ver qué pasará después.
Investiga, busca información y conecta con gente que ya lo haya conseguido. No eres el primero ni el último que se enfrenta a lo que sea que quieras hacer. Empieza a probar poco a poco y ve ganando confianza con metas pequeñas.
Aprende más sobre sobre La Importancia de Rodearte de la Gente Correcta.
4. Visualiza el peor y el mejor escenario
¿Que pasa si todo va mal? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Y si todo va bien? ¿Qué es lo mejor que puede pasar?
Visualiza el peor y mejor caso y compáralos.
Probablemente te des cuenta de que es más lo que ganas si todo sale bien, que lo que pierdes si sale mal. Incluso si sale mal, te servirá para tener más experiencia y habrás aprendido muchas cosas que te servirán para la próxima vez.
5. Visualízate en el futuro sin haberlo conseguido
Parece una contradicción pero, hazlo.
Visualizarte siendo anciano, siendo ya mayor, y arrepintiéndote de las cosas que no hiciste. Seguramente sea de lo más doloroso que hay porque ya no puedes volver atrás, ya no hay otra oportunidad.
Creo que esa visualización te servirá y te dará las fuerzas necesarias para, por lo menos, intentarlo.
6. No le des tantas vueltas
Al final, después de darle mil vueltas puede que sientas que estás en el mismo punto y sigues sin decidirte. Llega un momento que ya solo depende de tí, tienes que arriesgarte y dejar atrás las creencias limitantes y afrontar esos miedos.
Confía en tí, confía en que tienes los suficientes recursos como para buscarte la vida y salir adelante en cualquier situación.
7. Traza un Plan, Escríbelo y Ejecútalo
¿Cuál es el objetivo final? Piensa qué tienes que hacer. Anota cada acción concreta que se te ocurra para llevar a cabo tu objetivo.
¿Qué es lo primero que tengo que hacer? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Y luego?
Seguro que todo esto te ayudará a actuar más rápido, a focalizarte en lo importante. Ya sólo tienes que hacer lo que has escrito en el papel, ir paso a paso y demostrarte a tí mismo que puedes hacerlo.
Lo mejor de empezar algo nuevo es que de repente empiezas a conocer gente y se te empiezan a presentar oportunidades que antes ni te habías planteado.
Cuando te atreves a hacer lo que quieres de verdad, te das cuenta de que la satisfacción de haberlo intentado al final supera al miedo inicial.
[Tweet «Cuando te atreves a hacer lo que quieres, la satisfacción de haberlo intentado supera al miedo inicial. #emprender»]
Irene says
Hola chicos!
Acabo de descubrir vuestro blog. Me encanta, enhorabuena 🙂
Para mí el miedo a empezar es una «manía» que se vence implantando un hábito: el de ponerse retos cada día. Justo anoche lo estaba pensando, y creo que me estoy haciendo un poco adicta a los retos (no sé si esto es bueno o malo; de momento, sólo «es»). Yo hace unos años era una súper miedica que no hacía nada que no supiera que iba a salir bien: quería tenerlo todo controlado de principio a fin. Luego empecé a hacer teatro y eso sacó a relucir mi gran carencia de riesgo (no podía improvisar porque no sabía lo que iba a pasar). En teatro aumenté mi capacidad de arriesgar y hoy en día, como os he dicho, soy un poquiiiiiito adicta al riesgo, jajaja 🙂
Ayer publiqué un artículo del que hablo del miedo a empezar, en este caso del miedo a empezar un canal en YouTube (cosa que veo que a vosotros no os da miedo. ¡Bien!). Aquí lo podéis leer: http://www.tecomunicas.com/canal-negocio-youtube/
Abrazos! Nos leemos!
Irene
Isa says
Muchas gracias por tus palabras Irene!
Viniendo de una experta comunicadora como tu es todo un halago 😉
Muy interesante tu artículo de excusas y también el tema del teatro, creo que es un reto del que se debe aprender bastante. Admito que a mi también me costaba (y me cuesta aun) el tema de improvisar 😉
¡Seguimos en contacto!
Un abrazo!
Rafael says
Muy buen artículo. Felicidades. Estimula a quienes empizan a de una vez lanzarse al agua, dominando sus temores
Juan says
Felicidades por este post.
Desde luego, no deja de ser contradictorio el hecho de imaginarse a uno mismo anciano y sin haber ni tan siquiera intentado alcanzar nuestros sueños y vivir la vida deseada.
Se dice que el factor de freno número uno es el miedo, pero … ¿el miedo a qué? Si lo pensamos bien, no hay peor pensamiento que imaginarse a uno en su lecho de muerte y pensar que no emprendió su sueño vital, fuese cual fuese, por miedo a… ¿qué dirán los demás cuando diga que lo dejo todo? ¿seré capaz de llegar a buen puerto? ¿y si fracaso y tengo que volver donde estaba? …… ¿y si…. ?
Personalmente, este post me ha ayudado con una buena inyección de motivación para dejar de pensar en mis miedos, pensar más en mi y en mis sueños y trazar un plan de acción.
¡Un abrazo!
Raquel Acosta Marrupe says
¡Hola chicos! Acabo de descubrir vuestro blog y me encanta. Os voy a contar qué proyecto tengo miedo de empezar: un libro. Me encanta escribir, tengo un blog de relatos que me está dando muchas satisfacciones y ahora quiero ponerme con una novela. Los comienzos son complicados siempre pero vuestro artículo me ha dado fuerzas. ¡Gracias!
Alba / themindrepublic says
¡Así es! Me encanta la claridad y el minimalismo con el que está expuesto. Sobretodo lo claro que habéis dicho «son solo pensamientos y emociones», ¡detrás de ellos estás tú, el tú de verdad que puede elegir qué hacer con esos pensamientos y emociones! Claro que sí.
Me ha gustado mucho.
En el camino estoy y caminándolo como dices. Viendo como un miedo tras otro se va, cuando caminas pasando de ellos y la experiencia te va demostrando una y otra vez que la mayoría de los miedos son simple humo.
Un abrazo compañeros 😉
Isa says
Ay, el miedo, el miedo…
Tan necesario es para sobrevivir ante los peligros y tan paralizador resulta cuando no somos conscientes de que se encarga de mantenernos vivos, no de bloquearnos el camino.
Tener miedo es natural. Como corroboras, la experiencia es otra madre de la ciencia. Ella nos va demostrando que la valentía merece la pena.
Un abrazo Alba